En la primera parte del texto plantea un conjunto de hipótesis y conceptos teóricos, entre los cuales se encuentran numerosas ideas freudianas, destacándose la del “núcleo toxico”. Este se caracteriza por ser un sustrato irreductible al plano psíquico, incompatible con una posible traducción al circuito representacional. Dicho postulado permite establecer la hipótesis de que los procesos neurobiológicos pueden ocupar el lugar de ese núcleo, que cumpliría, según Freud, “el papel de aquel grano de arena que el molusco ha envuelto con las capas de madreperla”.
En la segunda parte los autores presentan seis historiales clínicos con distintas psicopatologías –ataque de pánico, paranoia, depresión, trastorno bipolar, esquizoafectivo y fronterizo- y desarrollan el abordaje terapéutico interdisciplinario del “caso por caso”.
El análisis comprende el establecimiento del diagnóstico (que tiene en cuenta la conceptualización psicoanalítica y la nosografía psiquiátrica actual), el estudio psicopatológico y la comprensión de los trastornos neuroquímicos.